En la universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, han desarrollado una nueva tecnología que aumenta el rendimiento de las células solares.
Instalando las células solares unas sobre otras, la idea es aumentar el rendimiento de la placa al recuperar la luz que la primera capa no recoge, aunque de este modo las uniones entre las capas son puntos de pérdidas energéticas.
Para reducir a un mínimo estas pérdidas colocan en las uniones una fina capa de arseniuro de galio que prácticamente elimina estas pérdidas, sin causar ningún bloqueo de energía solar. El uso de esta tecnología permite un máximo aprovechamiento de la energía cuando se utilizan lentes para enfocar la luz solar, de este modo no hay ninguna pérdida considerable al enfocar la luz a una placa de células apiladas.
Según comentan, las placas solares creadas con esta tecnología podrían aprovechar con pérdidas mínimas una intensidad solar equivalente a 70.000 veces la luz normal del sol, bastante impresionante ya que, según comentan, es improbable que las lentes puedan concentrar más de 5.000 veces la luz solar.
Los investigadores esperan que esto abarate los costes de la energía solar, al poder cambiar el uso de placas solares grandes, se podrán utilizar placas solares más pequeñas, y usar una relativamente económica lente de concentración para aprovechar al máximo la energía.