En el mundo de los portátiles, y más cuando hablamos de Apple, se hace especialmente complicado realizar una ampliación de espacio de almacenamiento interno, sobretodo cuando tenemos que utilizar herramientas. En este caso presentamos una idea para incluso duplicar el almacenamiento interno de tu MacBook de forma fácil.
Hasta ahora, los usuarios de portátiles teníamos dos opciones, la primera era coger y sustituir el disco duro interno por otro de mayor tamaño. Esto no es demasiado complicado y nos obliga a en muchos casos desmontar el equipo para poder reemplazar el HDD o SSD por otro con más capacidad. En el segundo caso, los que tenían suerte y disponían de unidad óptica a la que no le daban uso, podían hacerse con un adaptador y sustituirla por un segundo disco duro, pero con la miniaturización esto cada vez es más difícil.
Cada día nuestros equipos son más pequeños, o simplemente no queremos prescindir de funcionalidades, o comprar unidades nuevas y dejar en desuso las que teníamos (que siguen funcionando perfectamente). Para estos casos podemos poner en práctica otra idea.
Cómo tener más espacio de almacenamiento interno en el MacBook sin desmontarlo
Esto lo podemos conseguir de dos formas, y ninguna de ellas es precisamente barata, aunque si la necesidad nos puede quizás estemos dispuestos a invertir los alrededor de 300$ o 400$ que puede costar.
En un primer lugar tenemos un nuevo producto llamado Tardisk Pear (aquí), que es una tarjeta de memoria flash que al introducirla en nuestro MacBook ampliará la partición de almacenamiento para que lo tengamos como un único disco.
Nuestro equipo decidirá donde guarda las cosas, y para nosotros es completamente transparente, aunque como te comento te puede salir por la friolera de 400$.
Por otro lado, si lo piensas un poco, no es mas que una tarjeta de memoria adicional en nuestro equipo, por lo que podemos ir a soluciones más económicas como por ejemplo un adaptador para tarjetas microsd y así poder ampliar el almacenamiento con el espacio que queramos o nos podamos permitir.
Existen adaptadores de este tipo como Nifty Minidrive (aquí), que es exactamente eso, una bahía donde colocar una microsd para poder conectarla a nuestro MacBook y que no se note que está puesta, ya que queda completamente integrada y no sobresale nada.
Por otro lado, y dado que la inversión anterior también nos puede salir por unos 250-300€ si optamos por microsd de 256Gb (con el adaptador que vale 40€), podemos mirar un poco menos lo que es la estética, y decantarnos por una tarjeta SD de 256GB que rondan los 150€, y así conseguir una ampliación de espacio interna mucho más económica, aunque un poco más aestética, pues sobresaldría la tarjeta del perfil de nuestro equipo.
Si a estas alturas estás pensando que para eso mejor un disco duro usb, te comento que una SD gasta mucha menos energía que un disco USB, y aunque los dos puedan funcionar como almacenamiento adicional, además de tener que transportar otro aparato la batería te duraría menos.