Está claro que el futuro de las pantallas está en las LED y OLED, pero en este caso de lo que hablamos es de una pantalla que funciona de una manera un tanto futurista. Estamos hablando de Displair, una pantalla que proyecta las imágenes en el aire.
Cualquiera que conozca por encima el funcionamiento de una pantalla o un proyector sabrá que no puede haber una imagen donde no hay nada, y que no se puede proyectar una imagen en el aire en condiciones normales. Y ahí está el truco de Displair: para poder proyectar la imagen, crea una fina capa de micropartículas de agua, gotas de agua tan pequeñas que no mojan, y las suspende gracias a dos chorros de aire.
De esta forma, puede proyectar una imagen de una resolución de 400×600 en el aire, en una pantalla de un tamaño equivalente a un monitor de 30 pulgadas. Eso sí, además de su consumo eléctrico (que no es muy alto, o al menos eso afirman) Displair consume un litro y medio de agua por hora, para mantener la capa de partículas donde proyectar la imagen.
Es un producto interesante, pero es más la novedad y curiosidad que otra cosa; ya que para obtener uno tendrías que rascarte los bolsillos para sacar 15.000 euros. O también puedes optar por alquilar uno por 1.000 euros al día.