Si eres de los usuarios que está impaciente por ponerse a trastear con el primer update de Windows 8.1, he estado leyendo mucho sobre el tema, y he visto infinidad de explicaciones de cómo conseguir instalarla antes del lanzamiento.
Incluso me he topado con pruebas que se han hecho en las que ha hecho falta descargar los archivos desde zips en mega y sitios similares. Por supuesto esto conlleva un riesgo considerable, ya que al ser una actualización mayor del sistema, si estos archivos vienen preinfectados, podríamos tener un bonito sistema operativo controlado remotamente.
Por el momento el caso que más me ha llamado la atención han sido los esfuerzos de F.Manuel en Genbeta, para poder corroborar los métodos de actualización a 8.1 U1. Tras muchas pruebas, descargas alternativas y métodos cuando menos imaginativos, ha conseguido instalar la actualización, pero si lees bien el artículo verás que tampoco recomienda ya su instalación, puesto que no todos los archivos se pueden conseguir de los repositorios oficiales.
Tras mucha deliberación y leer bastante sobre el tema, la conclusión a la que llegamos la mayoría de los que trabajamos con nuestro equipo es que lo mejor es esperar a que salga la versión oficial RTM, así nos aseguramos que no vamos a ser víctimas de una infección. Además teniendo en cuenta los métodos necesarios para conseguir una instalación funcional, parece una locura fiarse del sistema operativo tras hacerlo.
Gracias a este análisis podemos saber que parece mejorar el rendimineto del sistema operativo, pero a falta de pruebas más en profundidad.