Cuando nos planteamos la compra de un disco duro el motivo suele ser obvio y se reduce a dos posibilidades, o bien nos hemos quedado sin espacio y somos lo suficientemente perezosos como para no eliminar cosas que no nos hagan falta (o por que no queramos borrar nada), o por otro lado puede que nos encontremos con que se nos ha estropeado. Si la opción es la primera vamos a ver qué tipo de disco duro mecánico se adapta a nuestras necesidades.
En este artículo me voy a centrar en los discos duros clásicos o HDD, es decir, los mecánicos de toda la vida, en los que caben grandes cantidades de datos y su vida útil se puede contar hasta que alguna de sus piezas empieza a fallar. El motivo de por qué no voy a entrar en debate con los discos SSD es por que veremos en otro artículo qué tipo de disco duro elegir SSD o HDD.
¿Me compro un disco duro externo o interno?
Esta duda a grandes rasgos sería muy fácil de responder, si tu equipo actual funciona correctamente por supuesto te harás con un disco duro externo, sería lo normal pensar eso, pero ahora vamos a ver qué tipos de discos podemos encontrar y cual se adapta mejor a nuestras necesidades dependiendo del uso que le vayamos a dar.
En primer lugar deberemos pensar si queremos tener un disco duro interno o externo dependiendo de lo que vamos a hacer con él. Si estamos pensando en tener movilidad, poder conectarlo en diversos equipos, andar con él de aquí para allá y desconectarlo y guardarlo cuando no lo necesitemos, entonces la respuesta es obvia, un disco duro externo.
Cómprate un disco duro externo si…
- Tienes intención de tener una copia de seguridad aislada, desconectada del equipo, y por tanto sin posibilidad de que mientras está en funcionamiento pueda haber una intrusión en esos datos.
- Quieres conectar el disco en tu pc, pero tienes más de un ordenador, como por ejemplo uno en la tele, y lo usas para pasar contenido multimedia de tu pc a la TV o cualquier otro dispositivo que lo soporte
- Vas a usarlo para ir de viaje y sacar todos los datos, por ejemplo, de la cámara de fotos.
Discos duros externos podemos encontrar de dos tipos, los grandes o de 3,5 pulgadas, y luego los pequeños o de 2,5 pulgadas. La diferencia principal además del tamaño, pro supuesto, es que los discos duros de 3,5 necesitan alimentación externa para poder funcionar, es decir, tener a mano un enchufe. Por el contrario los discos de 2,5 no necesitan alimentación externa ya que funcionan con los 5v que ofrece la conexión USB. De todas formas si esperamos un tiempo seguramente veremos como en los discos duros de 3,5 pulgadas desaparecerá el cable de alimentación gracias a las nuevas conexiones como USB 3.1 o USB-C.
Por otro lado entra el punto de vista de los discos duros internos, en los cuales normalmente nos fijaremos solo en un tamaño, exclusivamente los de 3,5», ya que son más baratos y tienen más gigas en comparación con los pequeños, que están principalmente pensados para equipos portátiles.
Cómprate un disco duro interno si…
- Tienes intención de guardar gran cantidad de información y la tienes que tener accesible siempre, como por ejemplo para edición de fotos, y vídeo, que necesitarás donde mantener todos los datos con la mayor velocidad posible.
- Quieres tener un equipo que sirva de servidor de contenidos y piensas guardar todo el multimedia en él, para acceder remotamente desde todos los dispositivos.
- Tienes un disco duro SSD como principal y quieres guardar todo lo que te descargues para tenerlo a mano sin que se te termine el espacio.
- Tienes un equipo que debe estar encendido 24/7, y mira una revisión de disco duro interno que esté certificada para servidor o nas, ya que te darán mejor fiabilidad y sabrás que no te va a fallar.
- Eres Gamer y quieres tener todos tus juegos instalados y con una velocidad de acceso óptima.
Por lo general elegiremos un disco duro externo por temas de movilidad, y uno interno para aumentar el almacenamiento de nuestro equipo, ya que de momento al tener que realizar toda la transferencia de datos a través de USB, por muy rápido que sea, el acceso a datos en un disco conectado directamente a la placa con SATA-3 será mucho más ágil.
Usar un disco duro interno como si fuera externo
La última opción, un poco más versátil, es que si tenemos intención de mantener una gran cantidad de datos almacenados y desconectados del equipo, y no vamos a tener que acceder a ellos al mismo tiempo, por ejemplo copias de seguridad que no borramos, o incluso una biblioteca multimeda, podemos optar por comprarnos discos duros internos, y utilizarlos con un adaptador usb para este tipo de discos, los hay muy baratos en el mercado y he de decir que estoy muy contento con su funcionamiento, incluso hay algunos que tienen opciones para clonar discos que con un solo botón te hacen la copia de forma automática.
Mi configuración personal es un disco duro SSD para sistema operativo y programas, seguido por dos unidades HDD certificadas para funcioanr 24/7 de Wenster Digital, y por el momento tanto para almacenamiento de multimedia y streaming, como para backups y trabajo funciona realmente bien (además de juegos).
¿Qué disco duro HDD tienes? ¿Vas a ampliar con uno interno o externo?