Una de las más rápidas y conocidas tiendas online, Amazon, quiere reducir en la medida de lo posible los tiempos de espera entre la realización del pedido y la llegada del paquete, así que pretende revolucionar el sistema de pedidos de una forma un tanto increíble: enviar los productos antes de que los pidan.
No, no se trata de que la compañía haya contratado a un ejército de clarividentes para que les digan qué va a pedir cada persona. Por el momento tan sólo se trata de una patente en la cual se muestra un proceso mediante el cual analizarán los envíos que han realizado a diferentes zonas para así tratar de predecir qué productos se pedirán próximamente en esas mismas zonas.
La gracia del sistema radica en su simpleza, y el hecho de que será altamente explotable cuando haya lanzamientos de productos que mucha gente pida, como videoconsolas nuevas o libros a los que esté enganchada mucha gente. Si bien es ciertamente más que posible que muchos objetos enviados acaben devueltos, ya sea por errores o devoluciones, Amazon tiene claro que esta práctica puede no sólo resultar rentable, sino también ayudar a obtener nuevos clientes gracias a un menor tiempo de espera de los pedidos.