A diferencia de generaciones anteriores, estas últimas consolas han tenido un tiempo de vida notablemente más largo, y por lo visto, según GameStop, esto no es algo bueno para las consolas.
En los altos cargos de GameStop, su CEO Paul Raines afirma que las consolas deberían tener ciclos de vida más cortos para así ser relevantes en los hogares. Al parecer, no tiene claro que el mercado de los videojuegos vaya a convertirse en algo completamente digital (y por cómo anda el tema, parece indicar que fuese a ser así).
Por supuesto, todo esto lo dice desde un principal punto de vista, el de que las consolas nuevas generan más beneficios a las tiendas gracias a la compraventa de juegos usados, sin tener en cuenta el importante hecho de que sacar una nueva consola es una importante inversión y a veces, incluso se vende la consola con pérdidas para luego sacar beneficio de los juegos. Por supuesto, este método queda un tanto apartado debido al mercado de los juegos de segunda mano, ya que éstos no dan beneficios más que a la tienda.
El principal fallo de una tienda de juegos en pedir que saquen nuevas consolas más deprisa, es que si lo hacen, tadarán menos en sacar una consola que no use formato físico. Y cuando todas las consolas sean completamente digitales (como lo que pretende hacer Steam), no quedará nada que las tiendas de juegos puedan vender.